Asamblea Legislativa aprueba por unanimidad la renuncia del vicepresidente Stephan Brunner.
Con 45 votos a favor y ninguno en contra, la Asamblea Legislativa aprobó este lunes la renuncia del vicepresidente de la República, Stephan Brunner, quien dejó su cargo tras una votación que generó un intenso debate entre los diputados.
Aunque el resultado fue unánime, durante la discusión en el plenario surgieron dudas sobre el procedimiento adoptado. La diputada Ada Acuña cuestionó la legalidad del proceso, al señalar que terceros ajenos a la Asamblea habrían intervenido en la redacción de la resolución. También advirtió omisiones en el cumplimiento del debido proceso, recordando que, según el artículo 121 inciso 8 de la Constitución Política, la Asamblea tiene la atribución exclusiva de conocer las renuncias de los miembros de los supremos poderes.
Por su parte, la legisladora Daniela Rojas hizo un llamado a la seriedad institucional. Aunque calificó de “deshonrosa e irresponsable” la salida de Brunner, insistió en que las decisiones deben estar alejadas de simpatías políticas y ser coherentes con el marco jurídico. Recordó, además, que el Tribunal Supremo de Elecciones no objetó renuncias similares en el pasado, como las de Luis Fishman, Kevin Casas o Laura Chinchilla.
En esa misma línea, la diputada Pilar Cisneros afirmó que la renuncia debió ser aceptada sin votación, argumentando que se trata de un acto unilateral. Citó jurisprudencia del TSE que respalda esa interpretación, y acusó al presidente del Congreso de actuar por conveniencia política.
No obstante, diputados como Fabricio Alvarado, Kattia Cambronero, Vanessa Castro y Eliécer Feinzaig coincidieron en que lo más conveniente era votar a favor de la renuncia, para evitar conflictos mayores.
El presidente legislativo, Rodrigo Arias Sánchez, defendió su decisión de someter la renuncia a votación. Indicó que actuó conforme al artículo 121 inciso 8 y al artículo 124 de la Constitución, así como al voto 1435-1992 de la Sala Constitucional. “Que en el pasado se haya hecho diferente no significa que la Asamblea no deba rectificar”, sostuvo Arias, quien reiteró que su deber es velar por el cumplimiento de la Carta Magna.
Finalmente, Arias concluyó:
“Desde esta presidencia no quiero participar en actividades políticas partidistas. Mi responsabilidad es garantizar que se cumpla la Constitución y las leyes. En ese sentido, me siento tranquilo con esta interpretación, que quedará registrada en las actas de la Asamblea Legislativa”.