Un estudio publicado en la revista Science revela que la contaminación lumínica urbana está afectando el ritmo diario de los pájaros, alargando su actividad vocal hasta una hora más en las zonas más iluminadas que en áreas rurales o boscosas.
Adelanto del canto y extensión de la jornada
Los investigadores analizaron 180 millones de cantos de más de 500 especies de aves diurnas, usando datos de BirdWeather y satélites de la NASA. Los resultados muestran que, en promedio:
-
Los pájaros comienzan a cantar 18 minutos antes del amanecer.
-
Mantienen sus vocalizaciones 32 minutos después del anochecer.
-
Algunas especies, como el mirlo común, extienden su jornada casi 2 horas.
-
Los más tempraneros incluyen al jilguero y el zorzal alirrojo, este último adelantando su canto 58 minutos en áreas muy iluminadas.
Impactos en la vida de las aves
Las vocalizaciones cumplen funciones clave: alertan sobre depredadores, marcan territorio, participan en el cortejo y ayudan a las crías a reclamar alimento. El adelanto o extensión de los cantos podría afectar:
-
La reproducción, incluyendo actividad copulatoria y cuidado parental.
-
La exposición a depredadores.
-
Los patrones migratorios, especialmente en aves diurnas que aprovechan la noche para desplazarse.
Factores de vulnerabilidad
Los investigadores identificaron rasgos que hacen a algunas especies más sensibles a la luz artificial:
-
Ojos grandes, como los del petirrojo americano y el mirlo europeo.
-
Nidos abiertos, como los de gorriones, frente a especies que nidifican en refugios cerrados.
-
Especies migratorias, que pueden alterar su comportamiento nocturno.
Ciencia ciudadana y big data
El estudio destaca el valor de plataformas como BirdNet, que permiten analizar millones de registros y responder preguntas ecológicas a gran escala. Investigaciones previas ya mostraban efectos de la luz artificial sobre luciérnagas, alondras racotí y vencejos, incluyendo cambios en migración y alimentación de crías.
Advertencias de expertos
Cristian Pérez, investigador de la Universidad de Alicante, señala que la luz artificial tiene múltiples impactos más allá del canto, como la alteración de la migración. Por su parte, Pablo Capilla, del Instituto Ornitológico Suizo, advierte que especies como el autillo europeo están mostrando tendencias a volverse más residentes en áreas urbanas, posiblemente debido a la iluminación artificial.
Temas relacionados: Contaminación lumínica | Aves | Ecología urbana | Ciencia ciudadana
No hay comentarios:
Publicar un comentario