Dejar los miedos atrás y lanzarse a buscar nuevas oportunidades fue la decisión que llevó a Joshua Mora, un joven costarricense, a mudarse a Irlanda para perfeccionar su inglés, trabajar y vivir una experiencia de crecimiento personal y profesional.
Mora, quien estudió Negocios en la Universidad de Costa Rica, viajó hace mes y medio junto a varios amigos para aprovechar un programa que permite a estudiantes extranjeros trabajar mientras llevan cursos de idioma.
“Siempre tuve problemas con el inglés, y aunque lo había estudiado en Costa Rica, sentía que necesitaba practicarlo en vivo. Hace unos meses decidí dar el paso y aquí estoy”, relató.
De los currículos a los trabajos
Con actitud positiva, Mora y sus amigos enviaron más de 300 correos a diferentes empresas. Aunque recibió pocas respuestas, pronto encontró dos empleos: entrenador en un gimnasio de crossfit y trabajador en una carnicería local.
En el gimnasio empezó con una clase por semana y hoy imparte dos sesiones diarias. Además, cada jueves, viernes y sábados ayuda en una carnicería, donde inició cargando cajas y armando toldos en ferias de agricultores.
Ingresos y estilo de vida
Con un salario mínimo de 13,50 euros por hora (₡7.800), Mora logra ganar hasta 270 euros semanales (₡163.000) y cerca de 1.080 euros al mes (₡653.000). Aunque asegura que no le sobra dinero, enfatiza que le alcanza para vivir con lo básico y sentirse feliz con lo que ha logrado.
Uno de sus principales gastos es la vivienda. Comparte una casa en Limerick, junto a otros costarricenses, un brasileño y un uruguayo, pagando 500 euros al mes por un cuarto.
Claves para triunfar
Mora aconseja a quienes planeen vivir esta experiencia solicitar cuanto antes el Personal Public Service (PPS), un documento equivalente a la cédula, indispensable para conseguir empleo en Irlanda.
También recordó que, al ingresar al país, el pasaporte se sella para tres meses de estadía, y si se quiere prolongar la permanencia, se debe realizar un trámite en Dublín que otorga una prórroga de ocho meses, renovable hasta completar dos años, siempre que se esté inscrito en un curso.
El mensaje de Joshua
El joven asegura que la clave está en la actitud y la disposición de empezar desde cero:
“No hay que tenerle miedo a dejar atrás la comodidad. Hay que tener iniciativa, buscar oportunidades y, en buen tico, ser mordido”, concluyó.




