Ni hombres, ni estrés: comunidades 100% femeninas florecen en China

 

Un refugio entre montañas, rodeado de naturaleza, sin hombres y sin estrés. Así son las comunidades femeninas que se multiplican en China, espacios creados por mujeres para mujeres, donde la tranquilidad y el apoyo mutuo son la prioridad.

En estas casas, las participantes encuentran la oportunidad de descansar, compartir experiencias y sentirse seguras, lejos de las presiones sociales y laborales, así como de los juicios masculinos.

¿Por qué surgen estos espacios?

Las motivaciones son claras:

  • Hablar libremente sobre temas íntimos

  • Hacer nuevas amigas

  • Recuperar la calma y la seguridad

Como comenta Zhang Wenjing (43 años):
"Un espacio 100% femenino es tranquilizador. Entre mujeres hablamos más fácilmente de ciertas cosas", desde relaciones amorosas hasta heridas emocionales.

Por su parte, Chen Fangyan (28 años) añade:
"En presencia de un hombre prestamos más atención a nuestra actitud."

El Universo Imaginario de Keke

Una de estas iniciativas es “El Universo Imaginario de Keke”, creada por Chen Yani (30 años) en Lin'an, provincia de Zhejiang. Después de sufrir acoso en entornos profesionales, Yani decidió rehabilitar una casa rural y convertirla en un espacio seguro para mujeres.

  • Precio por noche: 30 yuanes (unos 4 USD)

  • Desde el cuarto día: 80 yuanes (11 USD)

Durante el Año Nuevo Chino, doce mujeres acudieron para escapar de las preguntas familiares sobre matrimonio, una presión social fuerte en China antes de los 30.

"Necesitan un lugar donde no estén obligadas a desempeñar un papel", afirma Chen Yani.

“Su Espacio”: una comunidad para toda la vida

Otra propuesta es “Su Espacio”, fundada por Yang Yun (46 años), también en Zhejiang. Funciona bajo una membresía única de por vida de 3.980 yuanes (550 USD), que permite a las socias acudir en cualquier momento.

"Si pierde su empleo, a sus padres, discute con su marido, o está agotada por la vida urbana, sabe que puede venir y encontrar calidez", dice Yang, quien ya cuenta con 120 socias.

Además, las participantes pueden invertir en la renovación de casas del pueblo y alquilarlas a turistas.

¿Por qué no mixtos?

Aunque algunos critican estos espacios por fomentar la división entre géneros, sus creadoras defienden su existencia.
"Al igual que los niños o los ancianos, las mujeres son un grupo social con problemas similares. Es más fácil comprenderse y mostrar empatía", explica Chen Yani.

Para Lilith Jiang, fundadora de la librería-café “La Mitad del Cielo” en Pekín, estos lugares son necesarios:
"Los hombres tienen un sinfín de oportunidades para socializar, en fiestas o deportes. Las mujeres no."

¿Una alternativa para el futuro?

Algunas impulsoras creen que comunidades 100% femeninas a largo plazo, incluso para envejecer juntas, podrían ser una solución frente a la presión social y la soledad.

"Mientras haya demanda, seguirá existiendo y creando otra manera de vivir", afirma Chen Yani.

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