Costa Rica marcó un cambio en su política exterior hacia Cuba, tras abstenerse por primera vez en 33 años en la votación de la ONU que condena el embargo de Estados Unidos contra la isla.
El Ministerio de Relaciones Exteriores justificó la nueva posición señalando que, desde 1992, la resolución no ha generado reformas democráticas ni mejoras en las condiciones de vida del pueblo cubano.
“Ni el bloqueo económico ni la resolución que lo condena han logrado propiciar cambios positivos. Por el contrario, la pobreza y la represión han aumentado bajo un régimen que limita los derechos humanos y las libertades fundamentales”, indicó Casa Amarilla.
La Cancillería enfatizó que miles de cubanos siguen huyendo del país, y que muchos de ellos encuentran refugio en Costa Rica, lo que evidencia el deterioro social y político en la isla.
Como parte de este nuevo enfoque diplomático, el gobierno costarricense hizo un llamado a la unidad latinoamericana para impulsar una transición democrática en Cuba.
“Ha llegado el momento de que América Latina actúe unida en favor de sociedades libres, democráticas y prósperas”, señaló el Ministerio.
El país también respaldó la exclusión de Cuba de la próxima Cumbre de las Américas, prevista en República Dominicana, en medio de tensiones regionales.
Finalmente, Costa Rica reafirmó su solidaridad con el pueblo cubano y su deseo de que en la isla se restablezca un régimen democrático que garantice los derechos humanos y las libertades fundamentales.
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